Como bien os prometí, aquí vengo con la receta de esta deliciosísima ensalada fresada. La verdad es que es bien fácil, tan fácil que la hice improvisando en casa de mis tíos, es decir con una nevera desconocida… ya me entendéis. Esto es porque fui a comer a su casa y me encargaron una ensalada para la comida. Así que abrí su nevera y pim pam pum como diría mi madre. En un segundo la tenía ya lista.
Lo mejor de todo es que conseguí sorprender los paladares de los comensales gracias al toque de la fresa con el punto salado-ácido del aliño. Eso fue el secreto del éxito 😉
Si os soy sincera, robé unas cuantas fresas del postre y claro, como la ensalada viene antes que el postre quedé la mar de bien (hehe) y nada de postre también tuvimos fresitas. No hubo problema en repetir ya que toda la familia somos fans de las fresas. Así que nada, aquí os dejo la receta. Espero que os guste 😉
INGREDIENTES:
- Mezcla de lechugas
- Fresas al gusto
- 1 – 2 aguacates
- Parmesano al gusto
- Pipas de calabaza o cualquier otro tipo de semilla
- Aceite
- Sal
- Vinagre balsámico de Módena
PREPARACIÓN:
- Lavar la ensalada,
- Lavar y cortar las fresas en láminas.
- Cortar el parmesano tipo “escamas”.
- Cortar los aguacates.
- Añadir en un bol la ensalada, aguacates, fresas, parmesano y pipas de calabaza.
- Aliñar al gusto (importante el vinagre, le da un contraste interesante).
- Servir y disfrutar.