Los canguros son geniales para los estudiantes, creo que es la mejor forma de ganar dinero en poco tiempo. Pero claro, este trabajo no es fácil, se necesita una buena dosis de paciencia e imaginación y estoy segura de que a más de uno se le acaban las ideas.
El motivo de este post no es ni nada más ni nada menos que daros alguna idea de qué hacer con los peques durante un canguro. Porque, a veces se te cruzan y creo que el post de hoy es una buena forma de descruzarlos y salpimientar con ellos la cena.
El miedo de mucha gente durante un canguro es que los padres te pidan dar de comer a los niños y confíen en tus habilidades culinarias para alimentarlos. A mi me pasó algo parecido, hice un canguro largo y tuve que ingeniármelas para que los niños comiesen a gusto, contentos y juntos. Durante unos días comimos cosas normales como pasta, arroz a la cubana, ensalada… Pero hubo un día en el que hacía falta cambiar de aires y se me ocurrió proponerles el montar una cabaña y cenar dentro de ella. Fue todo un éxito porque este tipo de actividades cambia el chip a los niños, todos colaboran, aportan sus ideas y juntos montan un pequeño refugio para jugar y cenar. También les pregunté qué podíamos preparar para comer dentro. Me contestaron que bocadillos de jamón y queso era una buena opción. Así que me puse manos a la obra, en 30 minutos ya teníamos la cabaña hecha, los bocadillos listos y unas ganas locas de cenar.
Al final el menú cabañero estaba compuesto de: bocadillos de jamón, un resto de ensalada mixta del medio día y un buen bol de sandía fresquita.
Hice un experimento con los bocadillos y les encantó así que aprovecho para compartirlo con vosotros.
BOCADILLOS DE JAMÓN
INGREDIENTES:
- Pan de molde
- Jamón dulce
- Queso (tipo tranchetes o semicurado por ejemplo)
- Mantequilla
- Salsa de tomate artesana (la de Mercadona es la que más me gusta)
PREPARACIÓN:
- Calentar la sartén.
- Untar con mantequilla la parte exterior del pan (así quedará más crujiente y bien doradito).
- Rellenar los bocadillos con una loncha de jamón y una de queso.
- Ponerlos en la sartén e ir vigilando y cuando estén dorados darles la vuelta hasta que se dore.
- Retirar y cortar en diagonal de tal forma que quede en triángulos.